Los cinco elementos o reinos mutantes son cinco fases de la energía, que, siguiendo las leyes del Yin-Yang, forman todos los fenómenos de la naturaleza.
Estos son: AGUA , MADERA , FUEGO , TIERRA , METAL
Siguen unos principios de generación, dominancia y contradominancia explicados en el siguiente cuadro:
A partir de este esquema se desarrollan dos ciclos:
1- Ciclo Externo CHENG o generacional
2- Ciclo Interno KO o de control
Por el ciclo Cheng sabemos que:
El agua genera la madera
La madera genera el fuego
El fuego genera la tierra
La tierra genera el metal
El metal genera el agua
Por el ciclo Ko se determina que:
El agua apagará el fuego
El fuego fundirá el metal
El metal cortará la madera
La madera roturará la tierra
La tierra absorberá el agua
La Medicina Tradicional China, de 5000 años de antigüedad, se basa en dos leyes descritas hace poco por la física cuántica: la ley de la relatividad (el Yin-Yang que ya hemos visto hace unos meses) y la ley de la interrelación o interdependencia, expresada en los Cinco Reinos Mutantes, los Cinco Movimientos o el Wu Xing.
Esta ley clasifica todo lo que existe (colores, olores, sabores, estaciones, órganos, sentimientos, cereales, alimentos, orientación, notas musicales, planetas, etc.) en cinco grandes grupos, denominados Reinos o Movimientos. Lo que pertenece al mismo Reino mantiene concordancia o resonancia energética con el resto, relación que muchas veces se nos escapa.
Como el pensamiento chino parte de la observación de la naturaleza, estos Reinos se nombraron con los elementos Agua, Madera, Fuego, Tierra y Metal.
Al Reino Mutante del Agua, pertenecen el Riñón y la Vejiga, el invierno, el norte, el sabor salado, el oído, los huesos, el miedo, el negro, la voluntad...
El Reino Mutante de la Madera es el Hígado, la Vesícula Biliar, la primavera, el este, el verde, la imaginación, la vista, los músculos, el viento, el ácido, la cólera...
En el Reino Mutante del Fuego tenemos el Corazón, el Intestino Delgado, el rojo, el calor, el verano, el sur, la alegría, el amargo, la conciencia, los vasos sanguíneos, etc.
En el Reino Mutante de la Tierra nos encontramos el Bazo, el Estómago, el centro, la humedad, el estío, el dulce, el olor perfumado, el amarillo, la reflexión, la obsesión... Y en el
Reino Mutante del Metal están el Pulmón, el Intestino Grueso, el este, el otoño, la sequedad, el blanco, el picante, la melancolía.... Os daréis cuenta que el admitir que todo lo que está dentro del mismo Reino guarda relación, puede implicar un verdadero "salto cuántico" mental para nosotros como pensadores occidentales.
La genialidad del Wu Xing es que entre los distintos Reinos existen dos tipos de relaciones: de generación y de control.
Para explicar el ciclo de generación (llamado chen osheng) emplean parentescos: así el Agua es la madre de la Madera, ésta la Madre del Fuego, y así sucesivamente. De igual modo el Metal es el hijo de la Tierra y el Agua el hijo del Metal. Así tenemos un ciclo de asistencia, de ayuda, de "cuidado" en el que cada elemento genera y a su vez es generado por otro. Nadie está solo ni aislado y todos tienen que contribuir.
Para hacer que esta relación sea estable, es necesario que exista un control entre los miembros y lo explican de una manera muy gráfica y poética: el Agua apaga el Fuego, el Fuego funde el Metal, el Metal corta la Madera, la Madera orada la Tierra y la Tierra cubre el Agua.
Es el ciclo ko o ke por el que cada Reino controla a uno y es controlado a su vez por otro.
No es mi intención en esta entrada explicar en profundidad los Cinco Reinos Mutantes. Los que practican la Medicina Tradicional China los conocen perfectamente. Al resto de los lectores solo quisiera picarles la curiosidad para que investiguen un poco y se maravillen con la perfecta telaraña de relaciones en la que estamos inmersos.
Si analizáis un poco esta pentacoordinación, observaréis que se consigue el equilibrio perfecto, donde ninguno es más que nadie y todos son necesarios, porque todos se ayudan y se controlan entre sí, siguiendo el orden establecido. Cada uno de los Reinos está relacionado con los otros cuatro (es generado por uno, genera a otro, controla a un tercero y es controlado por el cuarto). Esto nos lleva a la comprensión de que TODO está relacionado,TODO está causado, y TODO influye en TODO. Por tanto no existen las casualidades, como vimos en la entrada anterior. Y de algún modo, al pertenecer a este sistema, podemos volver a concluir nuevamente que TODOS SOMOS UNO.